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Artetsu Saria 2005
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Buber Saria 2003
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Argia Saria 1999
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La mentalidad del docente se refleja en los juegos que propone a sus alumnos. Esto puede observarse analizando la lógica interna de las situaciones motoras programadas (Parlebas, 2001). El objetivo del presente estudio es poner en evidencia esa mentalidad analizando en detalle la relación de cada juego realizado en los centros de educación corporal con el espacio y el tiempo, las relaciones entre los participantes y el material utilizado.
Hemos seleccionado el centro de enseñanza pública Geroa de la vizcaína localidad de Getxo como objeto de nuestro estudio, dado que contamos con la autorización del propio centro y con la colaboración del profesor de educación corporal. El estudio analizará las actividades realizadas por alumnos de segundo de primaria en el primer trimestre del curso 2007/08.
El objetivo de la educación es ayudar a los alumnos a convertirse en ciudadanos de provecho en la sociedad a la que pertenecen. Para ello, la educación aporta aptitudes para vivir mejor, fomenta las relaciones interpersonales y ofrece recursos que permitirán a los alumnos superar distintas situaciones. Los centros educativos deben contar con los recursos necesarios para lograr dicho objetivo. La educación física, como recurso de comunicación motora, es una herramienta muy útil a la hora de fomentar el desarrollo y la ciudadanía del alumno, dado que siempre transmite valores positivos.
A la hora de programar actividades de educación física, el profesor se relaciona con dos tipos de espacio: lugares invariables, como el patio del centro, y lugares cambiantes que generan inseguridad, como los entornos naturales. La elección de uno u otro tipo de espacio transmitirá al alumno distintos valores y lecciones. En el primer caso, tendrá que adaptarse a un espacio estable y seguro que le proporcionará una sensación de confianza, mientras que en el segundo caso deberá adaptarse a un espacio cambiante. Ante esta disyuntiva, el profesor del centro Geroa de Getxo ha elegido un lugar seguro para que sus alumnos jueguen, ya que todas sus actividades se han realizado en recintos construidos por el hombre. Este dato resulta significativo, ya que demuestra que la escuela funciona de igual modo que la sociedad en la que estamos inmersos. En este caso, al utilizar los frontones y gimnasios del centro, el alumno percibirá la misma sensación de seguridad que tiene en casa.
Foto: (A3R) angelrravelor (A3R).
http://www.flickr.com/photos/angelrravelor/274806511/
Cada juego es una oportunidad de vivir el tiempo de forma distinta. A veces, la propia lógica interna de la actividad nos indicará el final del juego. En esos casos, la estructuración del tiempo es inherente al juego y se logra mediante un tiempo limitado o un tanteo, lo cual anima al participante a ganar. En otros casos, sin embargo, el final del juego vendrá determinado por un elemento externo: el final de la clase, la orden del profesor, etc., lo que permite al alumno disfrutar compartiendo el juego con los demás. El profesor del centro Geroa ha realizado distintas actividades con sus alumnos: en el 85% de ellas no ha habido ganador ni había un resultado final, mientras que en el 15% restante había un ganador y un resultado. Esta configuración refleja que, para el profesor, lo más importante es que sus alumnos experimenten conductas motoras diferentes y no tanto el resultado obtenido mediante las actividades propuestas. Su objetivo principal es que los alumnos participen y compartan actividades en las que den, reciban, ayuden y compartan. De este modo, irán desarrollando estos valores igual que en casa o en familia: sin comparaciones y sin ganadores.
Podemos clasificar la interacción de los alumnos que realizan una actividad física desde el punto de vista psicomotor o sociomotor. Mediante una situación psicomotora, el alumno desarrollará sus aptitudes y valores individuales. Las situaciones sociomotoras, por su parte, permitirá trabajar la interacción, es decir, la comunicación con los compañeros o contrarios para transmitir u ocultar mensajes, transmitir y recibir emociones. En estas situaciones, el alumno aprende cuándo debe pasar el balón o la pelota, cuándo atraparla y cuándo lanzarla, decide a quién ayudar y con quién esconderse y experimenta cientos de formas de relacionarse. Dichas relaciones de cooperación u oposición le permiten expresar sus relaciones cambiando de papel, ayudando o abrazando. De este modo aprende a tratarse a sí mismo y a los demás con respeto, aprende a vivir. Un 91% de los juegos propuestos por el profesor de Geroa son sociomotores, centrados en las relaciones entre alumnos. El 9% restante son psicomotores.
Vivimos una época tecnológica. Esto puede observarse en cualquier ámbito de nuestra vida diaria. Las escuelas están realizando un esfuerzo importante para actualizarse e incluir las nuevas tecnologías en sus instalaciones con el fin de equipararse a la sociedad. Raro es el centro que no cuenta con ordenadores, pizarras digitales o vídeos modernos. En el ámbito deportivo ocurre lo mismo: o se está con la tecnología o es imposible hacer nada en escalada, parapente o ciclismo, por ejemplo. Se puede decir que el material utilizado en los centros educativos coincide con el desarrollo de la sociedad. Las herramientas y materiales utilizados se encuentran actualizados desde un punto de vista tecnológico y moderno. Los centros cuentan con material atractivo para sus alumnos que les permite practicar distintas actividades sin peligro y que está realizado con nuevos materiales: balones y pelotas de colores de pvc, colchonetas adaptadas, aros de distintos tamaños y brújulas de fácil utilización. El 60% de los juegos del centro Geroa se realizan con material y el 40% restante sin objeto alguno.
Foto: Santi1975.
http://www.flickr.com/photos/santi1975/2295477810/
Los juegos propuestos por el profesor del centro Geroa se practican en un lugar seguro, sin comparaciones ni clasificaciones, fomentan la convivencia entre los participantes y utilizan objetos. Esta realidad refleja la lógica interna y el ambiente reinante en el centro, en el que los alumnos se relacionan desde una igualdad de oportunidades, en un espacio estable y actualizado desde un punto de vista tecnológico.
El centro reproduce un ambiente hogareño, ofreciendo seguridad en los lugares en los que se desarrollan las distintas actividades, ocultando los fallos y debilidades de cada uno para fomentar sus virtudes y experiencias, apoyando la comunicación entre los participantes en las distintas actividades en grupo y manteniéndose actualizado tecnológicamente para estar equiparado con la sociedad. Los valores que se transmiten en el centro lo convierten en una gran familia profesional.
Esa igualdad de valores entre sociedad y centro docente se ve claramente en la mentalidad del profesor de educación física. En los centros de primaria, la mentalidad del profesor no es más que el reflejo de la dirección en la que se mueve la sociedad. Se trata de una enseñanza en la que el profesor juega el papel de madre, una enseñanza familiar.
